Lluvia, calor y plagas de jabalí y conejo impulsan la proliferación de garrapatas en Castellón

La primavera es propicia para el ciclo vital de una especie que puede causar graves patologías

Proteger mascotas y evitar las zonas de riesgo, consejos

Existen distintos preventivos que se pueden aplicar a mascotas, lo mejor es consultar al veterinario.

Existen distintos preventivos que se pueden aplicar a mascotas, lo mejor es consultar al veterinario.

Carmen Tomás Armelles

Carmen Tomás Armelles

Castellón

La lluvia, el calor y las plagas de conejos y jabalís favorecen la proliferación de garrapatas, cuyo ciclo vital se activa en primavera, y pueden transmitir graves patologías.

«Últimamente cada vez que salgo al campo por Castellón, me encuentro una garrapata prendida en la ropa», explica una senderista a Mediterráneo

El veterinario castellonense del Hospital del Mar Pedro Antonio González, explica que las garrapatas necesitan humedad y buen tiempo. "Este año ha sido muy lluvioso, con lo que hay más hierba, materia orgánica que viene bien a las garrapatas para esconderse y ellas con el calor crecer y extenderse. Cuando pasa un perro o propietario puede recogerlas. Además, en esta época biológicamente se activan", manidiesta. Además, «esta demostrado de los animales silvestres son una vía de vehiculización de parásitos externos (garrapatas, pulgas o ácaros de la sarna). Así, el hecho de que haya más conejos por ejemplo, o más jabalís viene a incrementar el problema».

Este experto advierte que son un vehículo de enfermedades infecciosas que pueden afectar a perros, gatos y personas.

Cómo proteger a las mascotas

«La forma de proteger a nuestros peludos siempre es utilizando productos preventivos como collares, pipetas o productos inyectados que matan a los parásitos externos y tiene un efecto residual que actúa protegiendo a nuestros peludos durante un mes, tres meses o un año. Deben acudir al veterinario para que les recomiende el producto más adecuado para la mascota. También evitando que los animales frecuenten aquellas zonas de más riesgo, por ejemplo, zonas con ovejas, etc».

«A nivel de personas y perros lo mejor es revisarlo bien a la vuelta del paseo», afirma este experto.

Enfermedades transmisibles

«Protegiendo al perro es una manera de proteger a la persona de esta infestación», señala, añadiendo que entre las enfermedades transmisibles más frecuentes por este vector están la ehrlichia, la babesia, el anaplasma o incluso la turalemia, si el origen son los conejos. Se trata de enfermedades muy graves porque producen anemia, alteraciones en la coagulación (sangrados o hemorragias), cojeras, malestar general, decaimiento, signos compatibles con gripe. Y no solo en perros, ya que las garrapatas pueden afectar también a gatos, causando micoplasmosis por ejemplo.

Además, algunas de estas enfermedades pueden afectar también a personas, como la  ehrlichia, la babesia o la enfermedad de lyme o borreliosis que produce signos neurológicos, cansancio, dolor articular, fiebre, agotamiento, hemorragias, sarpullidos o bajada de plaquetas.

Por ello recomienda que en este periodo se extreme la vigilancia. «Aquí verano es de abril a octubre. La prevención debe ser durante todo el año aunque sí que es cierto que ahora hay mayor carga parasitaria», añade.

«Ropa clara, repelentes y calcetín fuera del pantalón»

Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), da unas recomendaciones para prevenir las garrapatas en humanos . «Es recomendable informarse sobre la presencia de garrapatas en ciertas zonas y épocas del año. Si hay riesgo, se debe evitar el contacto directo con la vegetación, utilizar los senderos y no sentarse en el suelo. También es útil llevar ropa clara, de manga y pernera larga, con los calcetines por fuera del pantalón, y aplicar repelentes específicos. Tras estar al aire libre, conviene revisar minuciosamente el cuerpo y, en caso de picadura, extraer la garrapata lo antes posible con pinzas. Si aparecen síntomas en los días posteriores, es fundamental acudir al médico y mencionar la picadura».

Este experto señala que el principal riesgo sanitario en nuestro país es la transmisión de patologías como la rickettsiosis, la enfermedad de Lyme o la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo. «Cada tipo de garrapata está asociado a la transmisión de un patógeno específico, aunque la probabilidad de contagio es baja, especialmente si la garrapata se retira en las primeras 24 horas», manifiesta este experto.

A nivel nacional, añade que este año las especies mediterráneas como Hyalomma han visto retrasada su actividad, lo que podría dar lugar a un pico poblacional más intenso una vez terminen las lluvias y suban las temperaturas.  

Cómo retirarla

Cuando la garrapata se adhiere busca un lugar adecuado, clava los ganchos que tiene alrededor de la boca y, una vez fijada, pica. «A la hora de retirarla es importante, con la ayuda de unas pinzas, coger la zona de la cabeza lo más próximo a la piel posible. No hay que estirar del cuerpo. Este artrópodo consta de cabeza, tórax y abdomen. Esta última parte es la que se hincha y podríamos tener la tentación de estirar por aquí por ser la parte más fácil de coger, pero no es recomendable», advierte este experto, quien recomienda consultar con un veterinario. 

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