Tras el apagón: el ‘plan B’ en Castellón para mantener el aliento de los pacientes con oxígeno

Más de 2.100 pacientes de la provincia dependen de tratamientos de oxigenoterapia que requieren suministro eléctrico

Un dispositivo especial veló por su continuidad durante el corte de suministro energético del lunes

Operarios cargan botellas de oxígeno para repartir entre los pacientes.

Operarios cargan botellas de oxígeno para repartir entre los pacientes. / MEDITERRÁNEO

Iván Checa

Iván Checa

Castellón

12.33 horas del mediodía del lunes. La provincia de Castellón y la península ibérica entera se quedan a oscuras por un histórico apagón eléctrico. Va para largo y saltan todas las alarmas. El suministro de energía resulta vital en múltiples ámbitos, en especial cuando se trata de la salud de las personas.

La provincia de Castellón cuenta con 2.142 pacientes con tratamiento de oxigenoterapia que depende de un concentrador eléctrico, según la Conselleria de Sanitat. De ellos, 915 necesitan oxígeno las 24 horas. Y 90 incluso están considerados ventilados complejos, de los cuales 12 requieren sí o sí esa ventilación para respirar.

"Me asusté un poco"

«Me asusté un poco. Llegaba a mi casa en ese momento y la máquina de paseo la tenía sin batería», relata Lola Jóvena, vecina de Castelló con tratamiento de oxigenoterapia las 24 horas. «Al poco vino mi hijo y fue a buscar una botella de oxígeno para 8 horas. Pensé entonces sobre todo en la gente que estaba en el hospital o que está más delicada, más que en mi misma», añade, asegurando que se encuentra «más asustada ahora que en ese momento, por lo que pueda pasar en el futuro».

Los servicios sanitarios, de emergencia, administraciones e incluso empresas se pusieron manos a la obra ante casos como el de Lola, en especial ante la posibilidad de que el apagón se pudiera prolongar en el tiempo. Y es que, eso era lo que más preocupaba, pues al final eran varios miles de pacientes a los que dar respuesta y que, principalmente, necesitaban acceso a electricidad. Tocaba por tanto activar un plan B. O varios.

El objetivo: anticiparse

El Hospital General Universitario de Castellón y los Bomberos del Ayuntamiento de Castelló llegaron a preparar un dispositivo especial para adelantarse y cubrir esta necesidad. «Preocupaba anticiparse a lo que podía pasar si el apagón duraba más. El gerente del hospital, Raúl Ferrando, nos manifestó esta necesidad y la alcaldesa, Begoña Carrasco, nos instó en el Cecopal a hacer lo posible para cubrirla», explica el adjunto a la jefatura del servicio de Bomberos de Castelló y coordinador sanitario, Adrián Nicolau, quien añade que «al final estos pacientes solo necesitaban un punto de luz, por lo que se activó dotar al pabellón Chencho con generadores con la ayuda de la empresa Geinel y junto a las brigadas municipales para habilitar puntos de enchufes». «Regresó la luz, pero ya estaba todo preparado por si era necesario», detalla Nicolau sobre este plan B que podría haber llegado a ser esencial para esos pacientes.

No fue la única acción, la firma concesionaria del servicio de atención domiciliaria, Oximesa, puso en marcha el plan de contingencia, con la entrega de más de 100 botellas de emergencia de oxígeno durante el apagón en la provincia, pero también baterías cargadas y equipos con autonomía para que no faltara nunca ese aliento. Incluso fue necesario subir una de esas botellas de oxígeno 12 pisos sin ascensor a un paciente. 

Asimismo, el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) se convirtió en otro respaldo, con asistencias a 53 pacientes en los hospitales y puntos de atención continuada. 

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