La vida sin límites de una nómada castellonense: así es viajar durante 20 años

Estefanía Morales publica su libro autobiográfico, ‘Mujer, sola y nómada’, una recopilación de sus aventuras después de dos décadas llevando este modo de vida, «sin horarios ni calendarios». Sus experiencias la han cambiado por completo.

Estefanía Morales, en una plaza de Katmandú (Nepal).

Estefanía Morales, en una plaza de Katmandú (Nepal). / Mediterráneo

Pablo Ramón Ochoa

Pablo Ramón Ochoa

Castellón

La castellonense Estefanía Morales era escaparatista en una gran cadena de moda durante la primera década de los 2000. Además de tener entonces menos de 30 años, contaba con un buen sueldo, estabilidad y era una profesional con reconocimiento en su sector. Y un día lo dejó todo y se marchó de España sin pasaje de vuelta.

De aquello han transcurrido ya 20 años y Estefanía todavía está en todas partes y en ninguna a la vez. En la actualidad, cuando la entrevista Mediterráneo, vive en París, pero quizá por poco tiempo: quién sabe si mañana coge la mochila y escoge un nuevo destino.

‘Stef’, durante otro de sus viajes a Nepal, en 2012.

‘Stef’, durante otro de sus viajes a Nepal, en 2012. / Mediterráneo

Su estilo de vida alternativo, alejado del ritmo frenético de la sociedad, la ha llevado a vivir mil aventuras y a tener una vida de película. O, mejor dicho, de novela. Morales acaba de autopublicar en Amazon su autobiografía, titulada Mujer, sola y nómada, que se puede adquirir tanto en versión física como digital.

Una obra reveladora

«Es una autobiografía reveladora, porque van surgiendo cositas sobre mí y se revela cómo el condicionamiento externo y la sociedad en general van apagando sutilmente la voz del alma, el niño interior que realmente sabe quién eres», expresa Morales, conocida como Stef en redes sociales. Ella define este libro como «un proceso de liberación, de volver a escuchar esa voz y reconectar con los sueños auténticos». Cree además que, quien lo lea, puede avivar una chispa nómada dentro de sí: «Mi consejo es el retiro en solitario, aunque sea un poquito. Lo primero es escucharse, saber si realmente alguien se quiere soltar a experimentar y salir [...]. El ruido de la vida cotidiana nos hace olvidarnos de ser nosotros para cumplir con las expectativas del resto».

La contraportada y la portada de 'Mujer, sola y nómada', de Estefanía Morales.

La contraportada y la portada de 'Mujer, sola y nómada', de Estefanía Morales. / Mediterráneo

En parte, Morales hizo eso, mandar a freír espárragos las expectativas. No obstante, el punto de inflexión en su vida, tal y como narra ella en el libro, fue una ruptura sentimental. «Yo tenía una pareja en Inglaterra, convivíamos juntos. Me fui a viajar por Asia, aunque ahí sí tenía billete de vuelta a Londres. Pero a los dos meses de estar viajando recibí un mensaje suyo en el que me decía que dejaba la relación porque se iba a casar con otra mujer», cuenta.

Siempre en movimiento

Explica que aquello fue el «detonante» porque tenía dos opciones: hundirse o aprovechar que ya estaba en India para profundizar en su camino por el mundo (y también hacia el interior, para conocerse mejor). «Le mandé un correo electrónico a mi familia diciendo que iba a estar como mínimo un año fuera, y se convirtieron en casi tres», asevera. Fueron tres años sin volver pero en realidad ya van veinte en el que sus paradas en un mismo sitio son muy cortas.

La nómada castellonense en una de las orillas del río Ganges, en Benarés (India), en 2011.

La nómada castellonense en una de las orillas del río Ganges, en Benarés (India), en 2011. / Mediterráneo

India, Nepal, México, Argentina, Bolivia, ColombiaEstados UnidosFrancia... Son algunos de los lugares que más han marcado a Estefanía. Aunque ella está especializada en la fotografía, en esos países ha trabajado de lo que le salía para tratar de conseguir algo de dinero y emprender nuevo rumbo. «He hecho la campaña de la uva en Francia, he trabajado en granjas de flores en California, en restaurantes o limpiando casas en Australia, o enseñando español. Cuando estás de viaje eliges lugares donde sea poco tiempo y mucho dinero para poder vivir sin tener un trabajo fijo continuo», relata esta mujer sin ataduras.

Todas estas bases le han servido para, de manera más reciente, desenvolverse como guía turística en Europa. «La experiencia hace que te adaptes más rápido y no le tengas miedo a nada», resume.

Un objetivo: volver a visitar a su familia

Mientras, su hermano, Kilian, su madre, Mari Carmen, y su padre, Juan José, la esperan en Castelló.

Ella dice que los visitará pronto y cuenta que, en realidad, lo de ser nómada le viene «de sangre». De hecho, fue Juan José el que le dio la idea de escribir el libro. Ahora ya es una realidad, como todos los recuerdos alrededor del mundo que almacena Stef

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