Fiebre en Castellón por tener plaza en la guardería antes de que los niños nazcan

La ‘gratuidad’ de las escuelas infantiles privadas por las subvenciones del Consell dispara la demanda y ya hay reservas para dentro de un año y medio

Una educadora llama a un alumno a la entrada de una escuela infantil.

Una educadora llama a un alumno a la entrada de una escuela infantil. / MEDITERRÁNEO

CASTELLÓN

Balma está embarazada de cinco meses y, pese a que todavía se encuentra en el ecuador de la gestación, ya ha reservado una plaza en la escuela infantil a la que quiere que empiece a ir su hija en el curso 2026/2027. Su caso no es aislado, pues debido a la gratuidad de los centros privados por las subvenciones del Consell la demanda ha aumentado de forma exponencial en Castellón. No solo lo confirman guarderías de la capital de la Plana, sino también de Burriana o Vila-real y es que la tónica se extiende por toda la geografía provincial.

«Yo no estaba, ni mucho menos, pensando en buscar plaza a un año y medio vista. Fue una amiga de mi madre la que nos advirtió de la situación y nos alertó de que su hija se había quedado sin sitio, pese a buscarlo con muchos meses de antelación, por el boom que hay ahora», explica Balma, de 29 años y vecina de Castelló, quien afirma que necesitaba «sí o sí» un centro cerca de su casa y de la de sus padres para poder conciliar vida familiar y laboral.

Centros en construcción

Primers Passos, en la capital, se ha decidido a abrir un nuevo centro en el barrio de Sensal, una de las zonas residenciales con mayor actividad urbanística y cientos familias jóvenes. Pese a que la nueva escuela infantil en cuestión todavía está reformándose (estará lista para este próximo curso), ya tienen reservadas las plazas de toda un aula de 1-2 años para dentro de 16 meses, según ha podido saber este diario. El éxito se repite en el centro que tienen frente al parque Geólogo Royo, donde también han bloqueado ya diez de las 15 vacantes para el curso 26-27 en el mismo tramo de edad. 

Luis Garrido, también vecino de la capital, recuerda que apuntó a su hijo menor en marzo del 2024 para septiembre del 25. Cuando inscribí al mayor me advirtieron de lo pronto que se estaban reservando las plazas ahora», relata.

En El Borreguet de Burriana confirman que van «a tope» con las matriculaciones. «Tenemos diez de las 39 plazas guardadas para dentro de un año y medio. Para el próximo curso 25-26 hay vecinos de toda la vida que se han quedado sin entrar porque el trámite se está haciendo antes que nunca», afirman. 

La nueva ayuda, año a año

Misma sensación en Caperucita Roja, en Vila-real, donde también reservan plazas a bebés que aún no han nacido. Desde este centro, inciden, sin embargo, en que las ayudas aprobadas por el Consell (una medida de lo más popular, recibida con los brazos abiertos por parte de las familias) se renuevan, de momento, «año a año», por lo que no existe una previsión, ni para los centros, ni para los padres y madres. 

«En la provincia harían falta más escuelas infantiles y, seguramente, también se llenarían, pero como emprendedores tampoco podemos jugarnos nuestro patrimonio a una resolución anual. Si hacemos una gran inversión y después las ayudas no salen, la demanda ya no sería la misma», reflexionan en conversaciones con este periódico.

Y es que la realidad de las familias ha cambiado sustancialmente este año. Mientras que antes en la capital de la Plana las únicas tres escuelas públicas estaban saturadas y las privadas podían tener un coste de hasta 600 euros, la actual subvención ha desahogado las de titularidad pública al rebajarse más de 2/3 el coste de una privada para los padres. «Ahora es asequible», celebran. 

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