El combustible marca mínimos en cuatro años en Castellón y da un respiro a los conductores

Si en los últimos días ha parado en cualquier estación de servicio de Castellón para repostar se habrá dado cuenta de que el precio del combustible ya no es el que era. El litro del diésel, el carburante más consumido en la provincia, cuesta en estos momentos una media de 1,371 euros, un 9% menos que el pasado febrero, cuando el precio era de 1,511, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica. Y eso, indudablemente, es una buena noticia para el bolsillo de las familias en un momento en el que la sensación general es que todo está por las nubes.

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Llenar un depósito de 55 litros de gasóleo cuesta 83,10 euros, ocho menos que en febrero, y con la sin plomo 95 ocurre lo mismo. El precio del litro se sitúa ahora en 1.449 euros frente a los 1,570 de hace tan solo tres meses, es decir, siete menos por depósito.

Más allá de la curva descendente que marcan los carburantes en las últimas semanas, lo significativo es que los precios de ahora son los más bajos de los últimos cuatro años. O dicho de una manera más clara: llenar el depósito es más barato ahora que en 2021, cuando todavía no había comenzado la guerra en Ucrania y el tsunami inflacionista que disparó los precios de prácticamente todos los productos. El máximo se alcanzó a mitad del 2022, cuando el litro del gasóleo A alcanzó los dos euros.

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En los surtidores de Castellón insisten en que las causas del descenso de los precios son múltiples. «A nosotros nos llega el producto final y hay muchos factores en todo el proceso, desde que se extrae el crudo hasta que el combustible llega al deposito del usuario. No obstante, una bajada en el coste de la materia prima repercute al precio final», aseguran desde la Asociación de Estaciones de Servicio de Castellón (Apes), que hace hincapié en la incierta situación internacional. «Todo apunta a que el precio del barril podría seguir bajando, pero es imposible saberlo a ciencia cierta», insisten.

Lo que está claro es que un descenso de los precios provoca más visitas al surtidor «Cuando bajan los precios sí percibimos que aumenta el consumo de los clientes particulares. En cambio, el sector profesional es más inelástico respecto al precio», concluyen. 

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