Kal-Kat, veinte años del cierre del after que hizo historia en Castellón

La sala que revolucionó la noche abriendo al amanecer dejó huella en la historia del ocio en la provincia

Néstor Marín

Néstor Marín

Castellón

La noche del 24 de abril de 2005, poco antes de la medianoche, Kal-Kat bajó la persiana por última vez. Tras 17 horas de música y pista llena, el after más emblemático de Castelló cerraba sus puertas para siempre, un cierre que marcó el final de una era. Han pasado dos décadas desde aquel domingo histórico, pero su nombre sigue resonando con fuerza en la memoria de quienes vivieron —y aún recuerdan— el espíritu de una sala que fue única.

La discoteca que rompió las reglas

Kal-Kat comenzó como pub en la calle Campoamor, pero su historia cambió cuando en 1996 se trasladó al polígono Pullman y apostó por un modelo rompedor: abrir cuando las demás cerraban. Inspirados por la escena valenciana, sus promotores decidieron ofrecer una alternativa diferente. Y funcionó. El año que viene se celebrará el 30º aniversario de la apertura.

El público no tardó en responder. A las 6.00 de la mañana, mientras la ciudad se desperezaba, la pista de Kal-Kat comenzaba a llenarse. No había hora fija de cierre: la fiesta duraba hasta las 14.00 o 15.00 horas, dependiendo del ambiente.

Espíritu Kal-kat

Entre 1999 y 2001, la sala vivió su apogeo. Gente de toda la provincia —y también de València, Tarragona o Teruel— se desplazaba para bailar al ritmo del house, trance y techno que caracterizaba el sonido Kal-Kat. Era habitual ver colas a la puerta mientras muchos desayunaban o compraban el periódico.

Una multitud espera para entrar en Kal-kat.

Una multitud espera para entrar en Kal-kat. / Facebook (Kal Kat Dance Club)

Los djs de la época, como Toni Rico o Alfonso Cavero, recuerdan aquel ambiente como algo irrepetible. “Lo que nos diferenciaba era la energía que se generaba dentro”, explicaba Rico. Aquello no era solo una discoteca: era “el planeta Kal-Kat”.

El final

Durante años, el local operó en una especie de vacío legal. Pero con la llegada de una normativa más estricta, comenzaron a acumularse sanciones hasta que llegó la orden de cierre. En la última sesión, su fundador, Alfredo Felip, tomó el micrófono para expresar su rechazo. La emoción fue palpable.

Un regreso y otro adiós

Kal-Kat reabrió en diciembre de 2006, esta vez con horario convencional. El éxito inicial fue rotundo, pero la fórmula ya no era la misma. La competencia de otros locales y el cambio de hábitos acabaron forzando su cierre definitivo en marzo del 2011.

La nostalgia sigue viva

Aunque el local cerró, el espíritu Kal-Kat no ha desaparecido. Cada cierto tiempo, se celebran fiestas remember en distintas salas de la provincia, con los mismos djs y la música que marcó aquellas míticas mañanas. Son citas muy esperadas por quienes vivieron aquella etapa y por quienes la descubren ahora con curiosidad y ganas de revivirla.

Veinte años después, Kal-Kat sigue siendo un símbolo de la noche en Castelló, una discoteca que supo encontrar su sitio rompiendo las normas y marcando el ritmo de una generación.

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