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El tesoro de la salud mental en Castellón: 25 años del CRIS

Tres usuarios del Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS), organismo de Cruz Roja Provincial que alcanza este 2025 sus bodas de plata, han recopilado 25 instantáneas que reflejan emociones, en relación a la salud mental. Qué terapias se dan actualmente y cuál es el perfil y los resultados se repasan en este artículo.

Taller del CRIS de Cruz Roja Castellón.

Taller del CRIS de Cruz Roja Castellón. / Mediterráneo

Noelia Martínez

Noelia Martínez

Castellón

En 1998 Castellón abrió un recurso pionero: el Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS), gestionado por Cruz Roja y concertado con la Conselleria de Servicios Sociales. En este 2025, cuando se cumplen sus bodas de plata, ya han pasado cerca de 300 personas con problemas de salud mental, que han encontrado apoyo en un equipo multidisciplinar y en un modelo integral que pone el acento en la calidad de vida.

«Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de la persona con problemas de salud mental», resume Rosa Gallén, directora del centro. Psicólogos, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales, educadores y técnicos de integración social forman parte de un engranaje que aborda cada caso desde diferentes ángulos: el psicológico, el social, el físico, el comunitario y el familiar. Los trastornos mentales graves suelen debutar en la adolescencia o en la primera juventud, a menudo desencadenados por situaciones vitales intensas, pero la casuística es muy diversa.

Un futuro en marcha

Con el aniversario como telón de fondo, el CRIS Castellón participa este octubre en las actividades del Mes de la Salud Mental junto al Ayuntamiento y otras entidades. La agenda incluyó la marcha del 10 de octubre (Día Mundial de la Salud Mental), talleres, cortos, charlas o la emisión en directo de un programa de radio desde la UJI. También una exposición fotográfica en el Menador, 25 años, 25 palabras: el tesoro de la salud mental, con un significado muy especial, pues es obra de tres usuarios, fotógrafos autodidactas y alguno con formación de ciclo de Audiovisuales, pertenecientes al CRIS: son Joaquín, Felipe y Rubén. «Visibilizamos lo que resulta invisible: los sentimientos de las personas con enfermedad mental y la tenacidad de la resiliencia. Un reflejo de emociones, sentimientos y vivencias tanto positivas como negativas de la salud mental», expresan desde Cruz Roja.

Los tres fotógrafos de la exposición.

Los tres fotógrafos de la exposición. / MANOLO NEBOT_ROCHERA

Gallén apunta que cada foto corresponde a un año del CRIS y simboliza una emoción, desde el punto de vista de los usuarios: son curiosidad, calma, seguridad, ansiedad, miedo, indefensión, esperanza, empatía, alegría, ilusión, vergüenza, libertad, desolación, fragilidad, ternura, confianza, desesperanza, terror, equilibrio, frustración, serenidad, soledad, vínculos y estigma. «Con las imágenes se busca mostrar al público la importancia del cuidado de nuestra salud mental», añade.

Cada fotografía tiene un significado especial.

Cada fotografía tiene un significado especial. / Mediterráneo

300 usuarios en estos 25 años

Por el centro castellonense han pasado en estos 25 años unas 300 personas. Actualmente, el CRIS dispone de 55 plazas concertadas -para la franja de 18 a 65 años-, aunque anualmente pasan unas 60 personas, procedentes de toda la zona 2 de Sanidad y Bienestar Social, desde Castelló a Almassora, Vila-real, Benicàssim o Borriol. «El perfil mayoritario en el centro es masculino y la edad media ronda los 45 años. El porcentaje por género en cuanto a enfermos es similar, pero hay más usuarios hombres», explica.

Equipo del CRIS y usuarios en la inauguración de la exposición.

Equipo del CRIS y usuarios en la inauguración de la exposición. / MANOLO NEBOT_ROCHERA

Así fue el perfil medio en el 2024

Según la memoria del 2024, concretamente, "la persona usuaria del CRIS de Cruz Roja ha sido un chico (80%) con una edad media de 49 años de edad, con un trastorno del espectro esquizofrénico (75%), con una convivencia de tipo familiar (59%) y con una evolución de la enfermedad de más de 20 años (58%)". Además, su situación económica es mínima, ya que la mayoría cobra una pensión de prestación familiar (con o sin orfandad) (47%) y su nivel de estudios es el certificado escolar/ sin estudios o el graduado en EGB/ESO(53%).

Cómo proteger la salud mental

Quienes acuden a las instalaciones, principalmente, presentan esquizofrenia, trastornos esquizoafectivos y psicóticos, aunque también llegan personas con trastorno bipolar, depresiones severas o problemas de personalidad. Un cuarto de siglo después es una prueba de que la rehabilitación psicosocial es posible, que la vida puede mejorar y que la comunidad tiene un papel esencial. ¿Qué podemos hacer por proteger la salud mental? Como reflexión, la directora Rosa Gallén apunta que «una de las bases para la salud mental está en la prevención, desde la infancia y la juventud. Es donde hay que hacer mucho hincapié en la prevención. Y ya una vez ha aparecido son necesarios muchos recursos y mucho apoyo».

Los bloques estructurales

El ejercicio físico aporta bienestar emocional.

El ejercicio físico aporta bienestar emocional. / Mediterráneo

La atención que se ofrecen en el CRIS para dar servicio a las personas de Castellón con problemas sobrevenidos de salud mental, se aborda en diferentes bloques.

  • Uno es el área psicológica: se brinda a los usuarios sesiones individuales y grupales de rehabilitación cognitiva, para mejorar la memoria y la atención.
  • También se gestiona el autocontrol y el manejo de la ansiedad en personas con problemas mentales, así como la prevención de la conducta suicida y programas de psicoeducación y la prevención de recaídas.
  • Otro eje es favorecer la autonomía personal: habilidades sociales, autocuidados, gestión del hogar y del dinero. El tercero es el ejercicio físico, de modo que tienen un grupo de pilota valenciana, de fútbol, están en el club de balonmano inclusivo de Castellón, en el club pilotari y fomentan el senderismo. «La salud mental también pasa por la salud física, y lo trabajamos de forma adaptada al nivel de cada persona», subraya la directora.
  • La cuarta área es el trabajo con las familias, con programas de apoyo y replicando con ellas los aprendizajes de los usuarios.
  • La quinta, la inclusión comunitaria: organizando salidas de ocio, actividades para el tiempo libre en fin de semana y la participación social. «Intentamos que todo lo que puedan hacer en la comunidad, lo hagan», detallan. Aquí se dan propuestas como ir juntos al cine el sábado, o a la cafetería un domingo, o quedar juntos para hacer una caminata.
  • Y por último, la inserción laboral, un área todavía «incipiente» por las dificultades del propio mercado de trabajo y la casuística de los usuarios, pero que se mantiene como objetivo a través de la formación, el asesoramiento y la orientación laboral.

El centro está abierto de lunes a viernes y los fines de semana organiza actividades puntuales con el apoyo del voluntariado: cine, excursiones, jardinería, manualidades o biblioteca. «Queremos que recuperen espacios de vida normalizada», apunta Gallén.

Un ocio inclusivo

El CRIS ha impulsado proyectos creativos y comunitarios que refuerzan la autoestima de los usuarios. Uno de los más destacados es el programa de radio La hora de la palabra, emitido una vez al mes en la emisora de la Universitat Jaume I. Los participantes preparan los contenidos durante semanas y cierran el ciclo grabando en el estudio. En general, según añade la directiva castellonense, «el beneficio conseguido de cada actividad depende de la persona, porque a unos un taller o terapia les puede calar mucho...o no».

Taller de jardinería.

Taller de jardinería. / Mediterráneo

Los desafíos por completar

  1. Aunque el trastorno mental grave es crónico y muchos usuarios necesitarán siempre apoyo, el CRIS de Castellón, gestionado por Cruz Roja, ha logrado avances significativos.
  2. Muchos usuarios han conseguido mejorar la atención y la memoria, la capacidad para vivir solos con supervisión, aumento de la independencia o refuerzo de la confianza personal. Los logros son diversos y según cada persona. «Lo ideal es dar altas. Y en algunos casos lo conseguimos. Hay personas que, tras mejorar, se preguntan: ‘¿y ahora qué hago yo en casa?’. Y terminan quedándose como voluntarios para ayudar a otros”, cuenta.
  3. Los retos pendientes continúan siendo: la falta de recursos, el estigma social y la necesidad de más prevención, la base para la salud mental, desde la infancia y la juventud.

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