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Las alertas por dana abren el debate: ¿Hay que suspender las clases por aviso naranja?

División entre las familias, que piden un protocolo claro que permita a los padres conciliar si los hijos no tienen colegio, mientras que los directores apelan al Cecopal de cada municipio, sin centralizar las decisiones

Imagen del colegioPalmerar de Benicàssim ayer, tras el episodio de lluvias intensas de la madrugada.

Imagen del colegioPalmerar de Benicàssim ayer, tras el episodio de lluvias intensas de la madrugada. / Kmy Ros

Cristina Garcia

Cristina Garcia

El debate está servido. Las ya constantes alertas naranjas por dana o lluvias torrenciales, más intensas en la última semana en Castellón, han puesto sobre la mesa la discusión sobre los criterios a seguir para suspender las clases. ¿Por qué hay clase en Castelló con aviso naranja, y se cancela la actividad lectiva en Vila-real o Orpesa, a apenas 15 kilómetros, con las mismas circunstancias? ¿Debe ser cada municipio quién, a través de sus centro de coordinación operativa local (Cecopal), como hasta ahora, los que determinen si hay clase o no, o debe ser una decisión igualitaria?

Son preguntas que se están haciendo las familias estos días en diferentes municipios de la provincia y que denotan posiciones divergentes entre los padres, los directores de centros y el Consell, que acaba de lanzar el borrador de un protocolo de actuación en caso de emergencias por fenómenos climatológicos adversos que no es del gusto de todos.

De un lado, los padres urgen un «protocolo claro». El presidente de Fampa Castelló-Penyagolosa, Pep Albiol, expresó el «malestar» de las familias ante la situación de «incertidumbre» que se repite cada vez que se emite una alerta roja o naranja por lluvias, al tiempo que pidió «coherencia, responsabilidad, claridad y protocolos unificados, así como medidas que permitan la conciliación y otros acerca de que no se pierda materia lectiva».

La seguridad es «prioritaria

En la misma línea que la Confederación Gonzalo Anaya de la Comunitat, el colectivo entiende que la seguridad de los niños es «prioritaria», pero instan a las administraciones a «buscar soluciones que permitan conciliar la vida familiar y laboral de todas las familias». «La educación no puede ser una isla en la sociedad que vivimos: si los niños no van a clase, los padres tampoco deben ir a su empresa».

«Queremos un protocolo claro y conciliar:si la alerta suspende clases, también ir a las empresas»

Pep Albiol

— Presidente de Fampa Castelló-Penyagolosa

Reclaman un protocolo «claro y público» sobre cómo actuar en caso de alerta meteorológica; que se busquen alternativas educativas «seguras y accesibles» para evitar que el alumnado pierda días de formación; y que se coordinen medidas de conciliación para las familias que no pueden teletrabajar o quedarse en casa.

Los directores de centro piden un «protocolo de actuación consensuado», pero insisten en la necesidad de que sean los «técnicos profesionales en ermergencias los que determinen, a través de la Cecopal de cada municipio, que son los que tienen las competencias, las medidas en caso de alerta meteorológica».

Conocer el territorio municipal

«Es el Cecopal el que mejor conoce su territorio, el que sabe si hay peligro o no en los trayectos hacia los centros escolares o en los accesos, para establecer si se suspenden o no las clases», según Isabel Moreno, presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria de la Comunitat.

«Es el Cecopal de cada municipio el que mejor conoce las características de su territorio y el peligro del agua»

Isabel Moreno

— Presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria de la Comunitat

«No es lo mismo un municipio como Castello que uno con difícil orografía o barrancos que los parten, como algunos en el interior», señala. «Se descentralizó en su momento al estimar que cada municipio es quien conoce sus circunstancias y creemos que así debe seguir», especificó Moreno.

El problema para las familias y para el profesorado que no vive en la misma ciudad es que «las disposiciones se hacen siempre a punto y hora, y así, es difícil planificarse». «Personalmente, cuando llueve, envío 20 mensajes a la concejala de Educación... hasta que me dice si se suspende o no», dice.

Y especifica el «plante» de los directores al nuevo protocolo que quiere implantar la Conselleria. «Dice que debemos ser los directores los que establezcamos medidas y hasta determina la figura de un profesor meteorólogo que debe estar alerta de Aemet... es inconcebible, porque las emergencias deben estar en manos de profesionales. Y nosotros somos maestros».

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