MORELLA. El intenso frío no desanimó ayer a los numerosos castellonenses y vecinos de las comarcas de Tarragona a visitar Els Ports. Los termómetros bajaron la madrugada del domingo hasta -11° en el Puerto de Torremiró, donde no superaron los -4°. En Vilafranca, la mínima fue -8,5° y en Morella, -6,5°, mientras que las máximas rondaron los -2°. Sin embargo, los pueblos de Els Ports recibieron la visita de numerosas familias atraídas por la nieve, y la oficina de turismo de Morella no paró de atender a visitantes, según destacaba su responsable, Amparo Quesada. FRANCIS PUIG