Hace ya tiempo comenté en esta columna que en Castellón hacen falta más taxis e incluso recuerdo que, a más de un profesional de este sector no le hizo ninguna gracia el mensaje, cosa totalmente lógica, pero debo insistir porque la situación no ha cambiado y si lo ha hecho ha sido para peor.

Desconozco si en proporción a los habitantes, hay un número suficiente de taxis o no, pero en la práctica, lo cierto es que el servicio resulta precario. De hecho, el concejal Javier Moliner ya ha trasladado este problema a la COPUT. Y esta deficiencia, tal vez, no se observe tanto a lo largo del día, pero sí en horas punta en que utilizar este servicio es más necesario. Los teléfonos, tanto de Tele Taxi, como de Radio Taxi están muchas veces colapsados; en muchos casos, el usuario ha de aguardar pacientemente para conseguir acceder a este servicio público que, generalmente suele utilizarse en casos de necesidad. Si a todo ello añadimos que a partir de determinadas horas tampoco funcionan los buses urbanos, es evidente que en Castellón necesitamos con urgencia una solución.