La aplicación de biotecnologías por parte de las empresas del sector cerámico puede suponer un ahorro de costes en el sector cerámico, según un estudio elaborado por la empresa Antares Consulting y respaldado por la Conselleria de Industria.

Según los técnicos de dicha firma, la aplicación de biotecnologías en el sector industrial conlleva una reducción a la mitad de las emisiones de dióxido de carbono, además de rebajar en un 80% el coste de electricidad y en un 25% el consumo de agua.

"Con la aplicación de biosoluciones, las empresas van a ganar en competitividad y van a ofrecer productos diferenciados, además de abrir nuevas vías de negocio", señaló ayer el director general de Industria, Comercio y Energía, José Monzonís, en el transcurso de una jornada dedicada a la difusión de la biotecnología entre las empresas de Castellón.

Según Industria, en Castellón hay ya "entre 15 y 20 empresas que aplican estas soluciones, fundamentalmente en su proceso de producción y en el tratamiento de aguas y residuos", aunque Monzonís subrayó que la cifra potencial de compañías de Castellón del sector industrial y del medio ambiente que pueden incorporar estos sistemas asciende a "cerca de 220 pymes".

La biotecnología abre para la cerámica opciones como la producción de fibras cerámicas en implantes quirúrgicos, la producción de biorreactores y membranas catalíticas y la fabricación de instrumentos en nanotecnología (chips o biosensores).