El sector azulejero español ha alcanzado en la última década los niveles de producción de su principal competidor, Italia, al tiempo que se ha convertido en la segunda potencia fabricante de pavimentos y revestimientos (si se exceptúa a China). Sin embargo, y como demuestran las estadísticas, la estrategia seguida por las empresas españolas e italianas para afrontar la actual situación de incertidumbre y estancamiento comercial, que derivan en un exceso de estoc en los almacenes, está siendo muy distinta.

La principal medida adoptada por el sector transalpino, y según los datos facilitados por la patronal Assopiastrelle, ha sido reducir su nivel de producción, que pasó de los 638,4 millones de metros cuadrados fabricados en el año 2001 a los casi 625 metros cuadrados alcanzados en el 2002.

Por contra, la industria española fue capaz de producir en el año 2001 unos 638 millones de metros cuadrados de baldosas, una cifra que siguió creciendo el pasado ejercicio, hasta los casi 650 millones de metros cuadrados, pese a que desde el 2001 ya se venía detectando una desaceleración de las ventas en los principales mercados.

DOMINIO COMERCIAL

Asimismo, los empresarios italianos volvieron a demostrar durante el año 2002 su dominio de las estrategias comerciales, puesto que, pese a la disminución de la producción, las firmas italianas mantuvieron su nivel de ventas, que rondaron los 180 millones de metros cuadrados en el mercado interno.

Por lo que respecta al exterior, las exportaciones de baldosas cerámicas Made in Italy alcanzaron casi los 3.900 millones de euros en el 2002, frente a los 3.798 millones de euros facturados durante el ejercicio del 2001.

De hecho, el volumen de negocio del sector italiano contrasta con el español, que siguió siendo muy inferior, unos 2.059 millones de euros, un dato que evidencia que la industria española de recubrimientos cerámicos sigue compitiendo en los mercados internacionales con precio, además de que la oferta global española de gres porcelánico es muy inferior.

Pese a todo, la coyuntura tampoco está siendo fácil para la industria italiana (mientras su balance se estanca y apenas crece, el sector español consiguió incrementar sus exportaciones en el 2002 un 3,6%). "Es muy dificíl hacer una previsión, porque el escenario de guerra está cambiando rápidamente el clima de confianza de los consumidores", afirma un portavoz de la patronal azulejera italiana, Assopiastrelle.

La industria italiana insiste en que la solución a esta situación pasa por "incrementar las relaciones comerciales con su red de distribución y potenciar el uso de la cerámica en nuevas aplicaciones", dentro de su lema El modo de vida italiano.