En la calle Mayor, a espaldas de Santa María, han instalado unas señales de tráfico que obligan al automovilista a girar a la derecha y acceder a la plaza Cardona Vives. Otras señales advierten que sólo pueden seguir por esta calle los vehículos autorizados y el bus.

Si cualquier conductor hace caso omiso de estas prohibiciones se encuentra a pocos metros uno de esos artilugios denominados bolardos que le obligan a hacer marcha atrás, a no ser que dispongan de una llave para bajar el mentado cilindro. Hasta aquí todo normal. Lo sorprendente se produce cuando uno observa que los vehículos procedentes de la calle Ruiz Vila o Gracia, por ejemplo, acceden sin problema alguno a la calle Mayor y pueden circular libremente hasta llegar a la plaza María Agustina. Entonces, ¿por qué se prohíbe el paso a los que vienen de Santa Clara?

Por otra parte, los días festivos en que se corta el acceso a la plaza de la Paz para los coches que vienen por Herrero, sucede lo mismo, porque por Escultor Viciano se puede acceder perfectamente a ella. No entiendo nada.