Es difícil, pero no imposible. Resulta curioso, pero no es del todo extraño. Es la lucha de un tío y una sobrina por conseguir ocupar el sillón de la alcaldía.

Agustín Molés y Consuelo Sanz, tío y sobrina, se enfrentan para gobernar Alqueries desde la perspectiva de la continuidad, el primero, y de un profundo cambio en la política local, la segunda. Molés y Sanz han iniciado la campaña electoral desde el respeto mutuo. Comparten sangre y familiares, pero no ideas y formas de contemplar el futuro de una localidad por la que ambos luchan desde sus respectivas opciones políticas.

Agustín Molés es agricultor, cuenta con 45 años, está casado y tiene tres hijas. Con este periodo de gobierno que está a punto de expirar ya son tres las legislaturas en las que dirige la concejalía de Urbanismo.

Consuelo Sanz tiene 35 años, se dedica al sector de la peluquería, está casada, disfruta de dos preciosos hijos y entró a formar parte de la corporación municipal tras las elecciones municipales de 1999. Lleva algo más de dos años como edil de Guardería Infantil y cerca de un año como responsable del área de Educación.

Él encabeza la lista del PP en Alqueries y ella hace lo propio en la candidatura del PSOE, aunque lo hace como independiente. "Resulta un tanto curioso, pero no tiene nada que ver que Agustín y yo seamos tío y sobrina, porque cada uno tiene sus ideas y la familia es otra cosa", afirma la alcaldable socialista. "Lo llevamos muy bien, porque cada uno es consecuente con lo que quiere hacer; además, es más el morbo que puede originar nuestro parentesco entre la gente que la importancia real que tiene en la familia", añade.

"Vivimos esta situación con normalidad, sin ningún problema y tampoco solemos hablar de ello cuando tenemos reuniones familiares", asegura por su parte el candidato popular, Agustín Molés.

Ambos quieren alcanzar una meta importante, ser alcaldes de Alqueries. Son los dos únicos candidatos en la localidad. Y lo hacen desde dos propuestas totalmente distintas. Molés quiere seguir con la política que ha caracterizado los ocho años de gobierno del PP (antes gobernaron bajo las siglas del CDS). Sanz quiere convertirse en la lanza que rompa con esa continuidad, para poder aplicar nuevas formas de gobernar.

"Sólo digo a la gente que mire desde hace ocho años hacia aquí. Lo que era la población y lo que ha cambiado. Espero que vean que ha sido un periodo bueno y piensen que merecemos de nuevo su confianza", afirma Molés.

"Mi mensaje para los vecinos es que se paren a reflexionar en qué lugar y cómo está el municipio. Hoy tenemos un pueblo muerto y todos tenemos que pensar si queremos que esto cambie", afirma Sanz.

De cualquier forma, y gane quien gane las elecciones, el sillón de la alcaldía siempre quedará en familia.