La urbanización del PAI Gran Vía (unidad de ejecución 10 del PGOU) respetará los chalets de la zona, después de que la empresa que resultó adjudicataria del proyecto, Vistamar (GyC), haya llegado a un acuerdo con los propietarios de los terrenos tras la polémica suscitada hace algo más de un año al anunciarse el desarrollo urbanístico de esta parte de Castellón.

Así lo anunció ayer el responsable de GyC, Vicente Monsonís, quien se mostró satisfecho por el consenso alcanzado con los representantes de los vecinos, Carlos Garrido y Miguel Carceller, que se firmará en junio. "El hecho de conservar los chalets ha obligado a los técnicos a desplazar algunos viales y ajustarlos a las líneas establecidas", explicó Monsonís. Así, el proyecto definitivo contempla calles de 15 metros de anchura y no de cinco, como proponían los vecinos, viviendas unifamiliares y bloques de pisos con planta baja y cuatro plantas de altura.

Hay que recordar que la adjudicación a Vistamar de la urbanización de este PAI por parte del pleno municipal suscitó una gran polémica entre el Ayuntamiento de Castellón y los propietarios de los terrenos y de los chalets. Incluso algunos de éstos se manifestaron en los plenos para reivindicar la anulación de dicha decisión municipal. Por el momento, la negociación entre dichos vecinos y Vistamar ha llegado a buen puerto.