La mitad de los castellonenses llevan una vida sedentaria, un hábito que multiplica las posibilidades de sufrir enfermedades del corazón. En la provincia, se ha disparado ya el número de hombres jóvenes --de 40 años-- que sufren infartos, anginas de pecho o muerte súbita. Y los médicos dan la voz de alarma: "Si no se cambia el estilo de vida, la cifra seguirá aumentando". El secreto, "la prevención".

En la provincia, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el 40,6 por ciento de los fallecimientos se debió a problemas del sistema circulatorio. Además, mueren al año en la provincia unas 355 personas por infarto agudo de miocardio; 335 por insuficiencia cardíaca; 216 por enfermedades isquémicas del corazón; y así hasta 1.882 fallecimientos a causa de fallos de la circulación.

El infarto afecta más a los hombres entre los 40 y los 60 años, pero "a partir de la menopausia, la incidencia se iguala con las mujeres", explica el doctor José Luis Diago, jefe del servicio de Cardiología del Hospital General de Castellón.

La provincia se encuentra en los primeros lugares estatales en cuanto a frecuencia de infartos y anginas de pecho. El doctor Diago apunta que "no hay ninguna causa concreta" que explique el porqué de esta mayor incidencia. "Realmente es una paradoja porque estamos en una zona mediterránea y se supone que llevamos una dieta adecuada", comenta Diago. "Ahora hay unas líneas de investigación que apuntan a factores climáticos e incluso genéticos, pero es un extremo aún por estudiar", añade.

El jueves comienza en Valencia la XVII reunión de la Sociedad Española de Cardiología, a la que acudirán los cardiólogos más prestigiosos de los centros sanitarios de la provincia.