La patronal cerámica española Ascer, que agrupa al colectivo de empresas azulejeras, propone a la Unión Europea que medie para que se cree un observatorio comercial en este país.

Así se recoge en el informe que Ascer remitió al presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, una medida que permitiría "conocer mejor la industria y el mercado chino". En este sentido, los azulejeros aseguran que "sería conveniente establecer un observatorio, o incluso una oficina de representación sectorial en China, cuya gestión y mantenimiento podría ser compartida por las industrias de varios países".

La iniciativa figura entre el cúmulo de propuestas que la junta directiva de Ascer entregó a José Luis Olivas para que las remitiera, a través del Grupo Popular Europeo, a la Comisión Europea, con el fin de que adopte medidas efectivas que frenen la competencia desleal que este país está realizando sobre la producción europea.

Hay que recordar que la industria cerámica también exigía la adopción medidas para blindar los principales mercados, para lo que citaban la aplicación de expedientes antidumping en colaboración con la industria local de esos países.

UN GRAN PROBLEMA

China constituye, en este momento, uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta la industria cerámica provincial, ya que el sector asiático comercializa sus productos a unos precios muy reducidos, "imbatibles" para las empresas españolas e italianas, e incluso por debajo de los costes europeos.

China, que desde el 11 de diciembre de 2001 pasó a formar parte de la Organización Mundial del Comercio, está especializada en la copia de modelos españoles, que sin respetar su propiedad industrial, luego comercializa a precios más bajos en los mismos mercados que España.