Los castellonenses siguen fieles a la celebración de la fiesta católica del Corpus. A pesar del traslado de los actos a la tarde del sábado --tradicionalmente se han organizado en domingo-- y a la coincidencia con el partido de fútbol decisivo para el ascenso del C. D. Castellón, miles de ciudadanos salieron ayer a la calle para ver desfilar, bajo palio, la Sagrada Forma de Cristo.

La procesión, que comenzó tras la eucaristía oficiada en la Concatedral de Santa María por el obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Juan Antonio Reig Pla, la abrían unos 200 niños de primera Comunión de las distintas parroquias de la ciudad. A continuación, desfilaron los representantes de las cofradías y de les festes de carrer, además de vecinos, religiosas y sacerdotes.

Algunos castellonenses entre el público comentaron a Mediterráneo que este año veían "bastante gente" y que había mucha participación en la procesión. "Algunos años, incluso ha habido menos personal", recordaban mientras veían el desfile en la calle Enmedio.

La custodia con las Sagradas Formas cerraba la procesión presidida por el obispo, Juan Antonio Reig Pla; el alcalde, José Luis Gimeno; y el delegado del Consell, Joaquín Borrás.

Antes de la procesión, la Associació de Dansants del Corpus ball els Nanos ante la corporación municipal y los representantes de la Cátedra Unesco de Filosofía por la Paz, homenajeada este año "por su labor en favor de la paz". En el acto estaban el director de la Cátedra, Vicente Martínez Guzmán; el rector de la UJI, Francisco Toledo, los 50 estudiantes del máster y el equipo de la Fundación Caja Castellón--Bancaja.