El nuevo obispo de Vich, Romá Casanova, que sustituirá en octubre a Josep Maria Guix, se posicionó ayer contra la creación de una iglesia catalana. "La iglesia no es catalana, sino universal", afirmó.

En este sentido, cabe destacar que las parroquias del norte de Castellón forman parte de la Diócesis de Tortosa, por lo que la apuesta de parte del obispado de impulsar una conferencia episcopal catalana afectaría a gran número de municipios.

En una entrevista que publicó el diario Regió 7, Casanova señaló que "no hay ninguna Iglesia catalana, sino universal" y añadió que "sólo tenemos la Iglesia de Cristo, que camina por el mundo y peregrina en Cataluña". Para Casanova, la futura creación de una iglesia catalana podría entrañar "un cierto peligro" de ruptura en el obispado de Tortosa, que incluye zonas de Castellón.