El frío es uno más de los moradores de la casa de Josefa y Antonio. No tienen ningún tipo de calefacción y tampoco poseen mantas y ropa de abrigo suficientes para todos.

"Los niños duermen con sólo un edredón fino y a las niñas, además, les pongo una manta", explica Josefa. "Al bebé intento no sacarlo a la calle cuando se esconde el sol para evitar que se resfríe y tener que ingresarlo en el hospital", teme la madre.

La casa, como la mayoría de las viviendas sin acondicionar, es muy húmeda y "en la finca tenemos también problemas con el alcantarillado". Una situación de insalubridad que pone en peligro la salud de los pequeños.

La ropa de abrigo también es escasa, a pesar de que Cristóbal, Antonio, Adrián, Lledó, Clara y Damaris van heredando todas las prendas de hermano a hermano. "Ahora, la mayor necesidad es para Cristóbal, el de 14 años, porque acaba de dar el estirón y no tengo ropa de invierno suficiente", comenta Josefa.

Mediterráneo ha recibido ya las primeras llamadas de castellonenses preocupados por esta familia. Los interesados en ayudar pueden dirigirse a la parroquia del barrio, San Juan Bautista, en la calle Tombatossals, sobre las 18 horas donde les atenderá el párroco Ángel Javier.