Los castellonenses aprovecharon la festividad del día de la Purísima para acudir, en familia, al Mercado al Lunes. El recinto de la avenida del Mar recibió "mucho más del doble de gente" que un día laboral, aseguraba ayer, Gloria, desde su puesto de ropa interior.

"Veo que hay más niños y también más hombres que otras semanas normales", añadía esta vendedora, y es que muchos eligieron el Mercado para pasar una mañana de día de fiesta. "Es una buena opción aunque, tampoco hay nada más que hacer en Castellón", decía Carlos, que acudió con su hijo pequeño.

DE TODA LA PROVINCIA El recinto ferial recibió también la visita de vecinos de toda la provincia. Era el caso de Mª Carmen, que venía desde Vila-real con su madre y su bebé. "Hoy --por ayer-- tengó fiesta en el trabajo y me dijeron que igual montaban el mercado", explicaba la joven.

La afluencia de público, además de notarse en los puestos, también se notó en los alrededores. Como la mayoría de lunes, aunque esta vez de forma más acusada, se volvió a formar el caos de tráfico. Las dos rotondas de la avenida Hermanos Bou y del Mar, estuvieron colapsadas durante toda la mañana y los conductores improvisban cualquier esquina como aparcamiento. Además, los coches ocupaban los carriles adicionales de la ronda Este. Para Salva, Loli y Alba, había demasiada gente: "Esta bien que hayan hecho mercado aunque fuera fiesta porque los que trabajamos podemos venir, pero hay mucha gente".

Mientras, entre los compradores, se oían exclamaciones de "esto está a tope" y algunas amas de casa frecuentes reconocían que era un día especial, con más gente de lo normal.

Aun así, parece que las ventas seguían el ritmo habitual. "Estoy vendiendo como cualquier lunes", se lamentaba Gloria, del puesto de ropa interior. En cambio, Ángeles, agotó la mayor parte de su mercancia y alrededor de las 12 horas sólo le quedaban dos kilos de manzanas, unos cuantos pimientos rojos y algunas peras. "He agotado 100 cajas de manzanas", decía.