Alguna que otra vez este Fanal ya se había hecho eco de las dificultades que a diario sufren los repartidores, sobretodo los del gas butano, para satisfacer las necesidades de los vecinos de las zonas más transitadas de nuestra ciudad. Conocidas son las retenciones de tráfico que éstos profesionales provocan en determinados horarios y zonas. Para ello, nuestras calles, están diseñadas con espacios denominados de carga y descarga.

Pues bien. Hemos denunciado por activa y por pasiva la ocupación indiscriminada de estos espacios por vehículos que los toman, por lo general, toda la jornada. Poder aparcar los diez minutos que anuncia la paleta es del todo imposible en puntos concretos de la capital y ello en cierto modo nos aboca a hacerlo, por necesidad, en lugares que obstaculiza la circulación con el consiguiente malestar de los que pretenden circular con normalidad. Como quiera que el pretendido servicio que han de dar estas zonas, acotadas temporalmente, no son respetadas habrá que pensar en otro modo de favorecer el objetivo final de estas zonas.