Vicente Vilar denunció ayer por la mañana ante la Guardia Civil que le entraron a robar en Naranjax el pasado miércoles por la noche. "Ocurrió sobre las 23.35 horas. Aprovechando que no había nadie, rompieron varias puertas, cortaron los cables para que no sonara la alarma y se pusieron a buscar papeles", que, según explicó, están relacionados con las denuncias presentadas contra Carlos Fabra. Ver página anterior."Eran profesionales. Sabían a lo que iban. De lo contrario, no se explica cómo se han dejado cuadros y objetos por valor de dos millones", prosiguió.Según pudo comprobar Mediterráneo, el supuesto incidente se dio en unas extrañas circunstancias. Los ladrones demostraron un sorprendente conocimiento de la instalación. Casi milimétrico. Agujerearon la valla metálica por la parte más inaccesible y difícil de detectar, en la zona donde existe un barranco. Luego, en lugar de forzar las puertas principales de las oficinas, rompieron una secundaria, la de la caldera, que da acceso a los despachos.Una vez dentro, fueron directamente a la sala donde estaba la caja de la alarma. Eso sí, antes cortaron los cables exteriores.Para entrar en ese despacho, los presuntos ladrones utilizaron algún tipo de barra, destrozando por completo la cerradura. Los golpes fueron limpios y directos, al igual que el sistema empleado para abrir la puerta de la caldera. Según el cerrajero, utilizaron unos alicates grandes que permitieron partir por la mitad la cerradura. Después, sólo tuvieron que empujar.

"Eran profesionales. Sabían a lo que iban. De lo contrario, no se explica cómo se han dejado cuadros y objetos por valor de dos millones"

Mediterráneo

"Normalmente en estos casos, la cerradura rota está tirada en el suelo. No entiendo qué han hecho con una de las dos partes, porque sólo he encontrado una. Es un poco extraño"