Las expectativas depositadas en la campaña de las variedades de cítricos tardías para intentar recuperar la pérdida de ingresos provocada por la caída de los precios de las clemenules, no se han cumplido.

Hernandinas, hortaniques y fortunas se han comprado a precios mejores que las clemenules pero "aún bajos", según explicó el responsable de la Unió de Llauradors en Castellón, Vicent Goterris. "La causa podría ser la resaca por la mala campaña de las clemenules", dice.

Cabe subrayar que la segunda parte de la campaña comenzó con unos precios algo superiores a los alcanzados el año pasado, con una subida algo inferior al 2%, no obstante, se produjo un leve retroceso en la cotización.

En este sentido, el secretario técnico de Fepac en Castellón, Doménech Nácher, detalló que "las lanelates y las ortaniques han ido bajando de cotización a medida que avanzaba la segunda campaña, y también la navelina, que comenzó a 0,17 euros y acabó pagándose alrededor de las 0,12 en el campo". Sin embargo, se mostró confiado en un previsible repunte de los precios, que ya se ha empezado a notar en variedades como la navelate, y prevé que se repita en lanelate y la fortuna.

"Quedan aún por recoger las valencialates, que se puede guardar bien en cámaras y es una naranja que en el mercado interior tira mucho", apunto Vicent Goterris.

BALANCE DE CAMPAÑA Aunque todavía queden algunas variedades por comercializar, desde las principales organizaciones agrarias calificaron la campaña citrícola 2003-2004 de "mala con precios bajos".

Sin embargo, en lo relativo a las cifras acumuladas de exportación, a estas alturas de la campaña el año pasado se habían enviado a países terceros -- de fuera de la Unión Europea -- alrededor de 537.000 toneladas, mientras que este año únicamante 529.000. No obstante, este déficit mínimo de casi 8.000 toneladas, estaría provocado por el retraso del inicio de la campaña, por lo que se podría equiparar la cifra.

MEDIDAS CORRECTORAS Por este motivo, desde las organizaciones agrarias justificaron los malos resultados no en la producción, sino en los precios de venta, por lo que ratificaron la necesidad de impulsar mecanismos de control de los mercados, así como impulsar la búsqueda de nuevas variedades tardías que eviten la saturación de los mercados en diciembre. "La bajada de precios no puede recaer en los agricultores", añadió Nácher. Asimismo, instaron a modificar la política de la OCM respecto a la citricultura para garantizar el futuro del sector.