Les decía el verano pasado que los vecinos del Jardín del Puerto, del distrito marítimo, y otras zonas del Grao estaban muy preocupados por la proliferación de roedores y cucarachas. Ha pasado casi un año y no ha cambiado la decoración ni por casualidad.

El problema no es en teoría fácil de resolver, aunque en la práctica parezca todo lo contrario. El Jardín se adecentó, se pusieron aceras nuevas y amplias y ofrece una imagen bien diferente a la que por desgracia nos tenía acostumbrado, pero poco, y afortunadamente, se ha avanzado en este sentido. Y es que entre las ratas del Jardín y las ardillas del recinto del Pinar, disponemos los castellonenses de una increíble fauna de roedores que, sin duda, sería el paraíso de los gatos. Tal vez fuera lo conveniente para atenuar el problema.

Pero este problema de ratas y coleópteros no es exclusivo de esta zona de Castellón porque también se quejan vecinos de distintos sectores de la ciudad de la proliferación de estos animalitos. Por lo rápido que se reproducen deben pertenecer a una familia bien avenida y si no cambian las cosas, temo que también vamos a tener un verano muy activo en la guerra contra ellos en varios lugares de la capital de La Plana.