En la víspera del día de Sant Jaume, el 24 de julio, tendrá lugar el cambio de manto de la Virgen, una de las ceremonias que se contemplan en la liturgia basilical. En esta ocasión la Virgen lucirá un manto de color rojo aterciopelado.

Hasta ese día la patrona de la ciudad lucirá la corona restaurada que, después, pasará al museo.