Que toda la financiación sea no condicionada, es una cosa antigua". "La financiación de las universidades tiene que tener una parte básica y otra condicionada a los objetivos. Las universidades y los gobiernos como responsables del sistema universitario, deben definir unos objetivos propios y otros del sistema universitario en conjunto". Así lo manifestó ayer Francesc Michavila, primer rector de la UJI y actual director de la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria, al término de su participación en el curso Universitat, universitaris i societat, que tiene lugar en El Palasiet en Benic ssim.

Para Michavila, la clave estaría en la proporción entre financiación básica y condicional. "La básica debe representar la actual, más un algo que podría estar en torno a dos décimas más del PIB. Y el resto, que sea financiación ligada a objetivos".

Respecto a la financiación privada, Michavila abordó el tema desde la perspectiva de "aquellos que se benefician de una buena formación universitaria, que contribuyan a su financiación". Se refería a que aquellas empresas que reciben buenos profesionales y no han de invertir en su formación, "que tengan un canon --vinculado a los beneficios-- dedicado a formación, como hay en otros países". A cambio, matiza Michavila, "la sociedad productiva tendría que participar dentro de la universidad dando su voz en cuanto a contenidos de formación".

Por último, el que fuera primer rector de la UJI y alma mater de ella, señaló que aún le faltan cosas: "Mayores recursos". "Si la Jaume I quiere ser creadora, innovadora, tener un buen profesorado, nuevas tecnologías, requiere recursos". "Y también que se mantenga el principio de no interferencia desde el exterior. Hay que seguir respetando a la universidad, porque además se lo está ganado con su trabajo".

En cuanto al curso de verano Universitat, universitaris i societat en el que se analiza el presente y futuro de la universidad española, la apertura corrió a cargo del rector de la Jaume I, Francisco Toledo, quien reivindicó la herencia intelectual de la institución de libre enseñanza, al tiempo que invitó a los universitarios y a la sociedad en general a analizar las reglas que deben regir esta relación.