El Ayuntamiento de Castellón aprobó ayer provisionalmente por unanimidad y consenso de los tres grupos políticos con representación municipal (PP, PSOE y Bloc) el Plan Especial de la Marjalería después de más de una década de reivindicaciones vecinales. En el transcurso de la sesión plenaria, que se prolongó por espacio de media hora, los portavoces de los tres grupos mostraron su satisfacción por la aprobación.

Sin embargo, el nacionalista Antoni Porcar recordó que la Marjalería "siempre ha sido utilizada como baza electoralista", y aseguró que se trata de un documento que hay que completar "con las canalizaciones, la eliminación de vertidos al río Seco y adaptarlo a los tiempos en los que vivimos". "Esperemos que sea el inicio de un trabajo continuado", dijo.

Por su parte, el portavoz adjunto del Grupo Municipal Socialista, Miguel Alcalde, confió en que la Conselleria de Territorio y Vivienda no realice cambios restrictivos antes de la aprobación definitiva del documento urbanístico y desconfió de la viabilidad económica ya que aseguró que "el consistorio no tiene capacidad para hacerlo de forma íntegra".

Finalmente, el portavoz del Grupo Municipal Popular, Alberto fabra, destacó la importancia del Plan Especial de la Marjalería y agradeció al resto de grupos políticos el consenso manifestado porque "ha prevalecido el sentido común y el esfuerzo". Fabra, quien dijo que era "un día importante para todos", recalcó el trabajo realizado por los técnicos y la "importante colaboración" que han prestado los vecinos de la zona. El presidente de esta entidad, Antonio Palomares, se mostró "muy satisfecho" por esta aprobación.