Los cacos están haciendo su particular agosto en Castellón. Comercios, viviendas e incluso alquerías están siendo objeto de robos en la capital de La Plana.

En uno de los casos, el valor de los efectos sustraídos y los daños causados asciende a 3.000 euros. Los ladrones, al parecer, accedieron la noche del martes al miércoles a una propiedad de la Marjalería, en la zona del Raconet de la Galoxa. "Han hecho palanca con un hierro para romper el candado", explicaba su dueño, Julio Gabarri. Los delincuentes lo registraron todo. Se apoderaron de unos 50 animales, entre pollos, gallinas y patos salvajes. Además, se llevaron motores de pulverizar y de abonar.

El resultado de los destrozos aún podía verse ayer tarde. Habían soltado los animales que quedaban y pisoteado la huerta, echando a perder tomateras y melonares. "La producción que se estaba haciendo está toda muerta. Encima, la maleza que te hacen", aseguraba Gabarri, diciendo: "Esto no es vida".

El lunes, los ladrones habían vuelto a entrar llevándose "más de 30 palomas". Las propiedades vecinas también han sufrido robos. "Todos los meses entran un par de veces", asegura, demandando más vigilancia.

El centro de Castellón también está sufriendo robos. Un hombre entró la madrugada del miércoles en un comercio de ropa de la calle Navarra tras romper el cristal del escaparate con una piedra. El delincuente, al parecer, se había llevado dos cajas de zapatillas, cuatro vaqueros y un radiocasete del comercio Modas Levante, ubicado en el 85 de la calle Navarra. En esta ocasión la policía logró detener al autor.

A ello hay que sumar la entrada en un domicilio de la calle Culla, aprovechando que los dueños no estaban y llevándose joyas y más de 600 euros en metálico, informó Canal 9.

La Policía Nacional, mientras, ha detenido a un castellonense 23 años como presunto autor de siete robos con intimidación entre julio y agosto. El hombre fue arrestado el día 6 tras perpetrar un atraco en un supermercado de la calle Herrero. Al varón, L.M.B., se le imputan robos en una droguería de la calle Ximén Pérez de Arenós, un supermercado de la calle San Francisco, un videoclub de la plaza País Valenciano y otro de la calle Picasso, y en comercios de la avenida Valencia y calle J. Benavente.