Según el estudio, el 95% de los casos muestran haber sufrido alguna ETS, como gonorrea o sífilis. Ninguna señala ser seropositiva, asegurando que se realizan controles sanitarios periódicos a nivel particular, pues en los clubs no les exigen ningún control sanitario. De hecho, muchas usan el condón en función de las preferencias del cliente, que paga más por no utilizarlo.

La presidenta de Causas Unidas, Olaya Castell, implicada también en el estudio, dijo que cuando denuncian maltrato son discriminadas en el Centro Mujer 24 horas y que hace un año se denunció en Sanidad la falta de higiene de los locales sin que conste que se haya hecho nada. El estudio incide en la necesidad de una regularización para acabar con el fenómeno. Asimismo, se anunció la puesta en marcha el próximo año de un grupo de apoyo para solventar sus problemas psicológicos.