El Ayuntamiento de nuestra ciudad cambió hace unos meses la dirección de la avenida del Golf. A esta calle accedían los vehículos por el camino Serradal y salían a Ferrandis Salvador, por delante del hotel y Club de Golf. Ahora ocurre justo al revés. El problema es que el final de la calle, las inmediaciones del complejo deportivo y el hotel son uno de los puntos más concurridos de la ciudad el fin de semana y entre los coches que circulan por donde deben, los que salen del aparcamiento, los que siguen conduciendo contra dirección, los que aparcan sobre la acera y lógicamente los peatones, se ha convertido en lugar de alto riesgo para todos. Cuando llegue el verano puede ser ya espectacular.