El Ayuntamiento de Castellón y el Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA) tendieron ayer la mano del diálogo al grupo de vecinos de Els Mestrets afectados por la urbanización de la zona y les hizo llegar un "ofrecimiento sincero" en el transcurso de la reunión a la que asistieron el alcalde en funciones, Alberto Fabra; el concejal Javier Moliner; el gerente del IVVSA, José Fermín Doménech; los representantes legales de los vecinos encabezados por el letrado José Ferrando; y uno de los residentes en el futuro PAI.

Aunque los delegados de los vecinos no quisieron valorar la propuesta al término del encuentro "ya que se debe consultar con el resto de afectados por el desarrollo urbanístico", según Ferrando, Alberto Fabra sí que explicó los pormenores de la oferta.

Así, el consistorio pondrá a disposición del grupo de vecinos a un técnico municipal "para que estudie caso por caso y al detalle la situación urbanística de cada propietario y realice un estudio de necesidades". Otro de los puntos de la propuesta recoge que los realojos sea realizarán en adosados en las inmediaciones del barrio San Agustín y San Marcos y a ningún vecino "le costará dinero. El objetivo del IVVSA y del Ayuntamiento es que nadie salga perjudicado porque cada uno de ellos tendrá lo que crea necesario: realojo, derechos urbanísticos y/o indemnizaciones".

"SIN ABUSOS" No obstante, y a pesar de la predisposición municipal, el alcalde en funciones hizo hincapié en que los vecinos "tienen que colaborar dando al IVVSA todos los datos necesarios para que las indemnizaciones les lleguen lo antes posible". La misma opinión dio el gerente del IVVSA, quien aseguró que en la reunión "se han asentado las bases de un clima de entendimiento aunque existen dos límites: el primer de ellos es que el proyecto de crecimiento urbano es incuestionable y, el segundo, que nadie puede abusar de su posición". Doménech estimó que en el plazo de dos o tres meses "deberían estar finalizados los proyectos pormenorizados de cada uno de los propietarios".