Las impulsoras de La Rodalia están muy satisfechas de asentarse en su faceta de empresarias. "Para nosotras es muy importante empezar a generar puestos de trabajo ya que demostramos que las mujeres emprendedoras pueden explotar una comarca con pueblos importantes en los que hay un destacable potencial económico", afirmaron a este diario.

En las últimas semanas, La Rodalia también ha cambiado de local. Así, han pasado de un piso de Alfondeguilla, propiedad del padre de una de las jóvenes, a alquilar una planta baja que ellas mismas se han encargado de acondicionar. Además, su objetivo es llegar a comprar un piso en el que instalarse.

Con la experiencia también han sabido perder el miedo a los bancos. "Ahora ya sabemos a lo que vamos y tratamos de no tropezar dos veces con la misma piedra", señalaron. Pese a ello, reconocieron que los inicios no fueron fáciles y que llevar un negocio es un reto que no admite muchos descansos.