Las heladas de este invierno, la sequía y el viento seco de poniente han puesto en alerta a los efectivos forestales de la provincia. El riesgo de incendios es "mayor" que el de otros años y todos los medios de vigilancia ya están activos "al 100%". De momento, el fuego ha calcinado ya desde que comenzó el 2005, 180 hectáreas de la Sierra de Espadán, otras 200 del Prat de Cabanes, más de 150 de la Serra d´Irta, buena parte de la Marjal de Peñíscola y casi 20 hectáreas en la Serra Calderona.

"El déficit de lluvias de la provincia de Castellón, los vientos muy secos que se están registrando a lo largo del año y las continuas heladas de este invierno, que han secado la vegetación, son el caldo de cultivo perfecto para que el fuego se propague con mayor rapidez", alertaba ayer un técnico de la Conselleria de Territorio y Vivienda en declaraciones a Mediterráneo.

En algunos municipios, las lluvias registradas este año son hasta un 60% menores que los valores considerados normales, según los datos del Instituto Nacional de Metereología (INM). Así, por ejemplo en La Pobla de Benifass han caído 306 litros por metro cuadrado menos --ver gráfico--. "Castellón está teniendo un año muy seco, más que el resto de las provincias de la Comunidad Valenciana", confirmaron desde el centro metereológico.

Los medios de vigilancia aérea están ya activados "al 100%" y, cada día, un avión Air Tractor realiza tres rutas de reconocimiento a lo largo de la geografía castellonense. La primera recorre las comarcas de Els Ports, Alt Maestrat y parte del Baix Maestrat; la segunda el resto de municipios del Baix Maestrat, la Plana Alta y la Plana Baixa; y la tercera l´Alcalaten, el Alto Mijares y el Alto Palancia. Además, están alertados 12 autobombas y 12 brigadas forestales, según los datos de la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas.

Ante esta situación, cualquier negligencia puede acabar con desgracia, por lo que se insta a la población a actuar con conciencia en el monte.