Faltan tres meses para que la Ley autonómica de Ordenación del Territorio (LOT) entre en vigor de forma completa. Hasta ahora, una moratoria de un año en el artículo 13.5 permitía a los municipios que no tuvieran su Plan General de Ordenación Urbana adaptado a la Ley nacional Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU) reclasificar suelo realizando modificaciones puntuales y homologándolas a su PGOU. A partir del mes de julio, será la Generalitat Valenciana la que, a través de un concierto con el ayuntamiento implicado, autorice o no esa reclasificación, con lo que el Consell gana fuerza ante los procesos urbanizadores de la Comunidad.

Por esto, muchos municipios con proyectos de reclasificación a la vista están acelerando la adecuación de su PGOU, lo que permitiría no tener que concertar con la Generalitat la propuesta urbanística concreta.

Por su parte, los agentes urbanizadores están presentando con la misma celeridad sus proyectos de forma que el periodo de exposición pública comience antes del lunes 4 de julio, día en que finaliza la moratoria de un año.

Y todo esto porque la LOT exigirá que un ayuntamiento en esta situación revise completamente su PGOU ante una modificación de suelo puntual y se adapte a las condiciones que la Generalitat apunte en el documento previsto de concierto. Unas condiciones que, de momento, no están reguladas ya que todavía no está aprobado el reglamento que desarrolla la LOT. Así, esas determinaciones correrán a cargo de las directrices de los técnicos de ambas administraciones.

RETRASOS Uno de los inconvenientes será, sin duda, el retraso que supondrá en el desarrollo de los proyectos, debido a la complejidad de los acuerdos y la documentación que cabrá recopilar y presentar. En cambio, con esto se pretende que la Generalitat vele por un modelo territorial acorde con los objetivos del municipio, con el entorno y sostenibilidad y con el impacto en los pueblos vecinos.