Los vecinos de Nules se han pasado un año mirando al cielo y ahora que llega el aniversario confían en que no se vuelva a repetir la riada "porque ya nos ha tocado", comentaban ayer a Mediterráneo.

Aquel 7 de septiembre del 2004 cayeron 193 litros por m y la población se quedó incomunicada. El diluvio se llevó por delante coches, muebles, mobiliario urbano y cultivos y el caos se apoderó del municipio, aunque, por suerte, no hubo que lamentar ninguna muerte humana.

Durante varios días, los vecinos estuvieron limpiando el barro y los destrozos que ocasionó la tromba de agua, propia de los tradicionales fenómenos de gota fría que amenaza a la provincia cada final del verano y que dejó 194 l/m en la Vall; 175 en Almenara; o 119 en Onda.