Los vecinos de la iglesia de la Sagrada Familia avisaron ayer a la Policía Local y a los bomberos, porque creían que de nuevo se habían caído unos cascotes de la iglesia. Sin embargo, todo resultó ser una falsa alarma, ya que ambos cuerpos aseguraron que no se había producido nuevos derrumbes. No obstante, la Policía Local decidió cortar la calle Jovellanos a la altura de Historiador Diago para evitar cualquier incidente. Por otra parte, el obispado se reúne hoy con la Comunidad de Capuchinos para decidir qué obras hacer en la iglesia.