El Ayuntamiento de Castellón ha cumplido con la inexcusable labor social de habilitar aparcamientos para discapacitados. No podemos decir lo mismo de la solidaridad de la gente porque pocos son los que respetan estas zonas y ocupan sin rubor los lugares reservados a estas personas.

Queda mucho por hacer, por ejemplo, en los accesos a bibliotecas y algunos lugares públicos, pero aunque el camino es largo se avanza notablemente y es imprescindible que la sociedad se sensibilice con el problema y colabore para que este segmento de la sociedad disponga de las facilidades necesarias para no verse marginado. Sin la colaboración ciudadana es imposible avanzar.