La Confederación Hidrográfica del Júcar supedita ahora el minitrasvase de agua del Ebro a Castellón a los resultados del plan Agua en la provincia. El caso es que si hasta finales del 2008 hay programadas actuaciones del programa, cabe esperar que hasta después de bien entrado el 2009 no se sabrá si es necesario el minitrasvase.

Las necesidades de agua que padece Castellón nada tienen que ver con esta declaración de voluntades porque la realidad es otra. Hace ya mucho tiempo que Castellón atraviesa por una situación de sequía extrema que se ha proclamado por activa y por pasiva. Y para nada es necesario esperar a ver el resultado del cumplimiento del plan Agua. La realidad es que la provincia no puede esperar más, por más medidas de ahorro de agua que se apliquen. Si además las previsiones para este año hidrológico que ha empezado recientemente señalan que, con toda probabilidad será "más seco que la media", las soluciones no pueden demorarse más.

La realidad es la que es y los retrasos que acarrea la puesta en marcha de toda esta serie de programas no hacen más que impedir que las medidas efectivas a medio y largo plazo brillen por su ausencia. Castellón sigue colgada y la sequía campa a sus anchas en todas las comarcas de la provincia.