De la discusión al diálogo pero sin compromisos concretos. Así se resume la reunión que la patronal azulejera Ascer mantuvo ayer con el ministro de Industria, José Montilla, cuyo objetivo era plantear la problemática que está viviendo el sector en materia gasística e, indirectamente, intentar el Gobierno reconsidere su postura sobre las medidas que debe adoptar para liberalizar el mercado gasístico.

La entrevista, que duró dos horas y es la única que ha concedido Montilla por esta materia, no estuvo exenta de tensión, que fue diluyéndose con el tiempo. El presidente del Ascer, Fernando Diago, "agradeció" la posibilidad brindada por el Ministerio para exponer "con todo lujo de detalles la problemática", si bien reconoció que la postura de Montilla es "radicalmente opuesta" a la planteada por la patronal y confió en que sea un primer paso hacia el cambio.

Así, José Montilla no ha dado muestras de que vaya a variar sus intenciones de eliminar a lo largo del próximo año 2006 el sistema de tarifa en el gas --aquel que está regulado directamente por el Gobierno--, una decisión que el presidente de Ascer aseguró que "tendrá graves y serias consecuencias", incluso motivando el cierra de empresas.

El presidente de Ascer, Fernando Diago, afirmó que el encuentro de ayer sirvió para comunicarle a Industria que no viajaba a Madrid "para pedir subvenciones ni que nos baje el gas, sino para que habilite los mecanismos necesarios para ampliar la competencia en el mercado".

En este sentido, entre los efectos negativos que la legislación energética del Ejecutivo conllevando en el sector, los empresarios azulejeros evidenciaron la desaparición de las empresas suministradoras, al tiempo que mostraron los contratos con "el comportamiento apabullante" de las compañías gasísticas que quedan operando en el mercado.

Recordar que el precio del gas se ha encarecido hasta un 60% sólo en el 2005, mientras las operadoras gasísticas amenazan con cortar el suministro si no aceptan las condiciones ofrecidas.

Los empresarios señalaron que coinciden con el Gobierno en la liberalización del sector, "aunque discrepamos en los métodos", por lo que le instaron a que no elimine el sistema de tarifa, obligando a las empresas a garantizar su suministro en el mercado liberalizado.