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Ocuparon cargos de responsabilidad política e institucional en la provincia de Castellón. Fueron alcaldes, presidentes de la Diputación, senadores, diputados y concejales. Tras un tiempo en el primer plano del ámbito político, volvieron a sus profesiones respectivas e, incluso, alguno ha alcanzado y supera ya la edad de la jubilación. La mayoría no siente ni la más remota añoranza. Todos coinciden en valorar positivamente aquella experiencia y tienen excelentes recuerdos, aunque también reconocen que "siempre hay un gusanillo que nos pica y nunca nos apartamos de la política del todo".

Así se manifiesta, por ejemplo, Carlos Laguna, quien fue en la legislatura 1987-91 diputado autonómico por el desaparecido Centro Democrático y Social (CDS), partido centrista del que Laguna también fue máximo dirigente provincial durante aquellos años. Actualmente trabaja en Fundosa, obra social de la ONCE del que es delegado territorial para la Comunitat Valenciana.

Asimismo, también es presidente de la Coordinadora de Federaciones de Discapacitados (Cocemfe). Confiesa que, pese a estar fuera de la política activa está "atento" a lo que ocurre diariamente en los foros políticos, y sobre todo en lo que respecta a los temas sociales.

En la transición

También está pendiente de la actualidad Joaquín Farnós Gauchía, quien ostenta una dilatada carrera política que se inició en los años de la transición. Fue presidente de la Diputación (1979-1983), senador por la extinta Unión de Centro Democático (UCD), impulsor de Convergencia Castellonense, diputado autonómico por Unión Valenciana (UV) (1991-1995) y conseller de Sanidad con Eduardo Zaplana, un cargo que puso fin a su carrera en los poderes públicos. Tiene ahora 71 años y alterna su tiempo en disfrutar de sus aficiones, como leer o pasear, y estar pendiente de El Palasiet, uno de los referentes del turismo de salud en nuestra provincia, cuyas instalaciones están gestionadas por sus hijos.

Asegura tajantemente que "el que es político de verdad no se retira nunca". De esta forma, Farnós manifiesta que sigue con interés y dedicación la actualidad política. Incluso, muestra su "preocupación por lo que está pasando". "No me gusta el protagonismo que están asumiendo los nacionalismos".

Francisco Solsona también fue presidente de la Diputación Provincial. Ostentó el cargo en tres legislaturas consecutivas, de 1983 a 1995, y durante su mandato en el palacio de Las Aulas se sentaron las bases para el avance en infraestructuras y recursos sociales en los municipios de la provincia y se dio vía libre a los planes reglados para los pueblos.

Tras dejar el sillón provincial dirigió su vida profesional hacia el mundo de la empresa. Ahora, esta ya jubilado, "con 65 años, camino de 66", dice, para continuar señalando que no muestra "apenas nostalgia" de su actividad en el primer plano político. Es consciente de que ese tiempo ha pasado ya. Desde que alcanzó la jubilación dedica sus mejores horas a sus aficiones como pasear, redescubriendo Castellón, su ciudad natal y querida, la lectura y a la familia.

En la enseñanza

Hace casi cuatro años ocupó su último cargo político como diputado autonómico por el PSOE. Fue alcalde de Castellón entre 1987 y 1991 con una gestión municipal que cimentó los grandes proyectos de futuro para la capital de La Plana. Daniel Gozalbo Bellés se dedica en estos momentos a la enseñanza. Volvió al instituto del que es catedrático de Matemáticas, el IES Sos Baynat, donde imparte clases a alumnos de Secundaria, que tienen ante sí a un político aún vinculado con su partido, al que asesora en materia de infraestructuras y transportes, "sobre todo al Grupo Municipal".

Gozalbo también dedica parte de su tiempo libre a la lectura y a escribir, dos de sus pasiones de las que puede disfrutar con mas íntensidad desde que está lejos de la primera línea política, porque, eso sí, "estoy en la segunda fila", afirma el exalcalde, recordando que tal vez un político nunca deja de serlo.

Y, como excepción que confirma la regla, ni asomo de añoranza por la política el expresado por el que también fuera alcalde de Castellón en dos legislaturas, de 1979 a 1983, el socialista Antonio Tirado. Tras dejar el sillón municipal, volvió a su profesión de abogado. Asimismo, durante un tiempo fue presidente de Bancaja, entidad de la que es ahora vicepresidente, además de presidente de la Fundación Caja Castellón. "Recuerdo momentos muy gratos, pero no voy a volver a la política", sentencia.