La Unió de Llauradors regaló ayer en la plaza Huerto Sogueros de Castellón 1.000 kilos de naranjas para denunciar la "bárbara" diferencia de precios en los productos agrarios, de hasta un 432% entre lo que reciben los agricultores y lo que se cobra al consumidor. Según denunció el secretario general de La Unió de Llauradors, Joan Brusca, la diferencia de precio en las clementinas rebasa el 352%.

Esta iniciativa forma parte de una campaña conjunta entre los agricultores y las asociaciones de consumidores para denunciar los "excesivos márgenes comerciales y creemos necesario que el consumidor sepa qué está pagando en relación a lo que recibe el agricultor", según manifestó el presidente de la Unión de Consumidores en Castellón, Juan Carlos Insa. "Hay productos en los que la diferencia entre el precio en el campo y en el supermercado es del 4.000%", añadió Joan Brusca.

El representante de los agricultores recordó que en los últimos 10 años el precio de los cítricos ha bajado un 68%, como publicó Mediterráneo y denunció que esta ha sido "la peor campaña de los últimos 20 años" para la citricultura.

OBSERVATORIO Las organizaciones convocantes buscan promover un observatorio de precios, exigir información sobre los precios y el funcionamiento del mercado, así como el derecho de ganaderos y agricultores a percibir un precio adecuado por los productos que venden, que les permita "cubrir costes y llevar un nivel de vida digno".

Por otra parte, Joan Brusca anunció que esta semana se reunirán las organizaciones agrarias para decidir si continúan formando parte de la interprofesional citrícola Intercitrus, un organismo que considera que "a los citricultores no nos sirve para nada, porque sólo hace publicidad, que al agricultor no le beneficia en nada". En la Unió prima la opción de seguir en el organismo interprofesional, pero "de forma testimonial".