La venta de olivos milenarios está desde hoy prohibida y conllevará sanciones de hasta 500.000 euros para sus propietarios. Así se deriva de la nueva Ley de Patrimonio Arbóreo de la Comunitat Valenciana que ayer fue publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, y que impide la comercialización de árboles de alto valor ecológico.

La entrada en vigor de la ley servirá para poner fin al proceso de compraventa de estos árboles monumentales que, tal y como denunció Mediterráneo en su edición de ayer, se había acelerado en los últimos días por parte de algunos propietarios para intentar esquivar los efectos proteccionistas de la nueva norma.

El conseller de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, lanzó ayer un mensaje de "tranquilidad" a la sociedad y pidió la máxima colaboración para hacer cumplir esta nueva ley que tiene como objetivo "salvaguardar ejemplares que son auténticos monumentos vivos para legarlos a generaciones futuras".

Precisamente, el presidente de la cooperativa Clot d´en Simó de la Jana, Ramón Mampel, responsable de la entidad que ha impulsora de la protección de estas especies y representante de esta sección de la Unió, expresó ayer su "satisfacción" y vaticinó que "vamos a hacer cumplir la ley". Afirmó que mantendrá en breve una reunión con los agentes rurales del Seprona de las comarcas del Baix y Alt Maestrat con el fin de coordinar los posibles avisos que se puedan producir por parte de testigos de operaciones de venta de árboles en el futuro.

La ley protege las especies que tengan más de 350 años, 30 metros de altura, 6 metros de perímetro de tronco o 25 metros de diámetro mayor de la copa.