La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, cortó ayer de raíz cualquier posibilidad a corto plazo de un minitrasvase de aguas del Ebro a Castellón. Narbona dejó meridianamente claro que el Gobierno socialista no tiene "ningún proyecto en estudio ni de minitrasvase ni de trasvase" y que Castellón no necesita agua. Eso sí, volvió a reiterar lo que el PSOE viene repitiendo desde que se derogó la parte del PHN que hace referencia a las transferencias de agua del Ebro: "Los trasvases son la última solución cuando otras alternativas o actuaciones han agotado su capacidad", en referencia a las obras hidráulicas incluidas en el Programa AGUA.

Narbona, en su habitual línea dura en todo aquello que hace referencia al agua en la Comunitat Valenciana, salió ayer a la palestra después del aluvión de críticas al ministro Jordi Sevilla quien, en declaraciones exclusivas a Mediterráneo el 27 de agosto, indicaba que Castellón reúne bastantes de los requisitos para que haya un minitrasvase, aunque matizando que después de agotar todas las vías iniciadas por el Gobierno, como las políticas de ahorro y la desalación.

El ministro y diputado por Castellón, Jordi Sevilla volvió a reafirmarse el lunes en Onda Cero y el martes en Segorbe y se armó la marimorena con aragoneses, catalanes y Gobierno valenciano, pidiendo explicaciones al Ejecutivo de Zapatero.

Y ahí entró Narbona que, sobre la posibilidad de un minitrasvase del Ebro para Castellón, indicó: "Para nada cambia lo que es la posición del Gobierno" en que "los trasvases son la última solución". O sea, que sin desautorizar al ministro, sí que empleó un tono más enérgico para cerrar las puertas al minitrasvase, al menos de momento.

Las reacciones ayer no se hicieron esperar a este cruce de opiniones gubernamentales sobre el agua. El conseller de Agricultura, Juan Cotino, exigió a Joan Ignasi Pla (líder del PSPV y aspirante a presidente de la Generalitat) a que "elija entre el ministro Sevilla, que defiende el minitrasvase, o Marcelino Iglesias (presidente aragonés, también del PSOE) que lo rechaza".

Los catalanes, en plena campaña electoral autonómica, también debatieron ayer sobre el Ebro con las declaraciones del ministro de Castellón de argumento de fondo. Para el conseller de Medi Ambient, Francesc Baltasar, esta propuesta es "legalmente imposible e inconveniente políticamente", y ha manifestado su deseo de que esta opción sea sólo un "rumor", mientras que el presidente de ERC, Carod Rovira, retó al presidenciable del PSC, José Montilla, a aclarar si suscribe las palabras de Sevilla.

Sea como fuere, se ha reabierto un debate, nunca cerrado, que añade más color a este caliente inicio de curso político en la Comunitat Valenciana.