El secretario autonómico de Universidad, Emilio Barberá, señaló ayer que "las últimas declaraciones del rector de la Universitat Jaume I, Francisco Toledo, exceden la actitud universitaria y marcan un exceso de politización". Para Barberá, "el rechazo a la Universidad Internacional de Valencia (UIV) denota un preocupante anclaje en el pasado y en métodos obsoletos por parte del rector castellonense". Barberá insistió en que "Toledo debe centrarse en mantener la competitividad de la UJI y dejar que el sistema universitario valenciano crezca y progrese". Según dijo, los rectores deben hacer "gestión universitaria" y no meterse en "tareas políticas". Apuntó que la UIV pretende ofrecer algo que no se oferta en las actuales universidades y está dirigido a segmentos de demanda que actualmente no están "adecuadamente satisfechos" con el "modelo tradicional".

Mientras, la UIV sigue siendo objeto de controversia municipal. El concejal del Bloc, Enric Nomdedéu, reveló que el lunes, el teniente de alcalde, Miguel Ángel Mulet, anunció la celebración de una comisión extraordinaria el jueves antes del pleno al objeto de presentar una moción de apoyo a la UIV, que posteriormente fue anulada. Mulet matizó: "Ni se ha quitado ni ha habido ninguna moción".

Nomdedéu consideró que el proyecto "parece más adecuado para acomodar a determinadas personas que una necesidad real". Mientras, el Grupo Municipal Socialista acusó al PP de querer "enterrar" varios millones en algo "totalmente innecesario", mientras estudiantes de Castellón acuden a barracones.