El exteniente de alcalde en el Ayuntamiento de Oropesa entre 1996 y 1999, Antonio Moliner, declaró ayer ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial que "en 1996 acompañé a dos técnicos de la Generalitat al vertedero donde se encontraron los restos, cogieron una muestra de restos de Intal y a los 15 días dijeron que no eran contaminantes o tóxicos".

Así lo manifestó este expolítico en el primer día de la tercera semana del juicio que investiga un presunto delito ambiental por el vertido entre 1993 y 1996 de escorias de aluminio en vertederos ilegales de Almassora, Oropesa, Xilxes y Vila-real.

Además de Moliner, también testificó el exalcalde de Oropesa, Francisco Garrido, quien aseguró que el consistorio vertía residuos inertes en vertederos sin autorización porque "no había ningún otro sitio para verter y creíamos que lo hacíamos bien". Garrido afirmó que la todavía inexistencia de espacios controlados se debe a retrasos en el consorcio de la zona I del Plan de Residuos de la Generalitat.

El edil de Oropesa José Ribes admitió que "el Ayuntamiento sigue utilizando el vertedero" vinculado al caso Intal, aunque carezca de permisos.