La sectorial citrícola de Fepac-Asaja Castellón, que en la tarde-noche del jueves se reunió en Nules, denuncia la "abismal" diferencia existente entre el precio que percibe el productor de clementinas por la venta de su cosecha y el que paga el consumidor, que se sitúa, en algunas variedades, en más de tres euros.

Y eso los pocos que han podido vender a un precio pactado, ya que la mayoría de transacciones se realizan a comercializar, práctica con la que no está de acuerdo esta organización profesional de agricultores que exige, una campaña más, impulsar el contrato entre el productor y la empresa comercializadora.

Los más de 20 productores reunidos en Nules analizaron el desarrollo de la presente campaña citrícola y sacaron entre otras, las siguientes conclusiones: "Se han realizado muy pocos contratos al precio mínimo avalado por la Conselleria y la mayoría de ventas se llevan a cabo a comercializar", señalaron.