El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), dependiente del Ministerio de Trabajo, no ha atendido la petición de la Diputación de Castellón de 500 nuevos dispositivos de teleasistencia domiciliaria, lo que impide que nuevos usuarios se beneficien de este servicio.

El pasado mes de octubre, el área de Asuntos Sociales de la Diputación remitió un escrito al Imserso planteándole las necesidades para el 2007, ya que ambos organismos comparten el coste del servicio. La institución solicitó para este año 2.400 aparatos, frente a los 1.900 del 2006.

La respuesta del Imserso ha sido mantener las 1.900 terminales, desatendiendo así la solicitud de 500 nuevas que se le había planteado. El coste total es de 520.752 euros, de los que el Imserso asume el 65% y la Diputación, el 35% restante.

El diputado provincial responsable del área, Rubén Ibáñez, criticó "la actitud del Ministerio, que va en contra de la nueva ley de dependencia, que aboga por potenciar la teleasistencia".

"Desde los ayuntamientos nos están pidiendo más terminales y y no las podemos satisfacer porque el Imserso no nos las da, de manera que solo podremos cubrir las nuevas altas cuando haya bajas. La otra opción es desviar usuarios al servicio de teleayuda, que sufraga la Diputación, en aquellos casos en que el perfil de la persona se ajuste", señaló.

En la provincia, cerca de 3.000 personas tienen instalado un dispositivo para pedir auxilio en caso de emergencia, de las que un 80% son mujeres mayores de 70 años solas. Dos son los sistemas: la teleayuda y la teleasistencia. La primera corre a cargo de la Diputación y atiende a 944 personas de 95 municipios. La segunda, con 1.900 beneficiarios, se financia entre el Imserso y la Diputación y la presta Cruz Roja. La diferencia es que en la teleasistencia se transmite un mensaje de socorro a una secuencia de números de teléfono de familiares, vecinos o allegados; mientras que en la teleasistencia hay línea directa con Cruz Roja.