Castellón no escapa a la desaceleración general que el sector inmobiliario vive en España. El fuerte incremento de los precios que se ha registrado en los precios en los últimos meses, el endeudamiento de las familias y la saturación a la que está llegando el mercado, no solo ha conllevado una reducción en el número de operaciones de compraventa que se registran en la provincia, sino también está llevando a los usuarios a decantarse por vivienda usada, cuyo coste ha comenzado a congelarse e incluso a descender, en detrimento de la obra nueva.

El dato viene recogido en el último informe de julio elaborado por el Observatorio Valenciano de la Vivienda (OVV), entidad dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, en el que se analiza el mercado residencial en la Comunitat Valenciana. Según el documento, en el primer trimestre de este ejercicio se efectuaron en la provincia 3.573 operaciones de compraventa inmobiliarias, de las que solo el 34% se centraron en vivienda nueva, siendo en cifras reales 1.228. Es decir, solo uno de cada tres hogares se adquiren en el mercado de vivienda nueva. Por tanto, dos de cada tres operaciones de compraventa se formalizan sobre los llamados pisos usados.

El dato contrasta con las estadísticas de apenas un año antes. Entre enero y marzo del 2006 se formalizaron 4.726 operaciones inmobiliarias, frente a las 3.573 del mismo periodo del 2007, lo que implica una caída del 24,40% en solo 12 meses.

De esas 4.726 operaciones inmobiliarias, 2.376 eran sobre vivienda nueva, lo que implica que este tipo de acciones representaban exactamente el 50% sobre el volumen global. El pico máximo se alcanzó en el tercer trimestre del 2005, cuando llegaron a canalizar el 63,5% de la demanda inmobiliaria en la provincia. De este modo, en apenas 18 meses, la demanda de obra nueva ha caído en 29,5 puntos.

Si la comparativa se hace más amplia, también la tendencia es descendente. En el ejercicio 2005, se cerraron en Castellón un total de 20.406 operaciones de compraventa, cifra que en el 2006 cayó hasta situarse en 17.207 escrituras, es decir, una caída del 15,68%.

Para los expertos, este cambio de tendencia se debe al elevado precio que han alcanzado los pisos nuevos, hasta situarse en niveles prohibitivos para la mayor parte de los consumidores.