La planta de elaboración de biodiesel que la compañía Isolux-Corsán construirá en el puerto de Castellón exportará el 30% de su producción a Reino Unido, Alemania y países nórdicos.

Fuentes de la empresa con sede en Vigo confirmaron ayer que las obras de la infraestructura industrial en la dársena sur podrían comenzar en octubre, una vez la Conselleria de Medio Ambiente otorgue la preceptiva autorización ambiental integrada, cuyo expediente está sometido a información pública. Por tanto, la instalación podría entrar en funcionamiento a mediados del año 2009 tras 18 meses de trabajos. La firma derivaría entonces a Castellón una parte importante del suministro de biodiesel que tenía previsto efectuar desde Vigo, debido al bloqueo que sufren allí las obras de otra planta similar.

La mercantil presentó meses atrás el proyecto de la instalación de biodiesel tras lograr en octubre del pasado año 2006 la adjudicación del contrato por parte de la Autoridad Portuaria de Castellón. La previsión es levantar la planta industrial en una parcela de 65.000 metros cuadrados, situada en la dársena sur y dotarla de capacidad para producir 300.000 toneladas anuales del carburante ecológico. Es decir, alrededor del 15% de la producción estatal.

DUPLICAR LA PLANTA Fuentes de Isolux-Corsán remarcaron que la planta industrial está preparada para duplicar su producción mediante la construcción de dos nuevas torres de refrigeración. Una posibilidad que la compañía gallega podría anticipar al año 2009 si persiste el bloqueo del Ministerio de Fomento a un proyecto similar previsto en el puerto vigués.

A diferencia de lo sucedido en la capital de la provincia pontevedresa, el Gobierno central emitió un informe favorable a la declaración de impacto ambiental (DIA) de la planta de biodiesel de Castellón en marzo del año 2003 y todos los pasos burocráticos avanzaron desde entonces sin ningún tipo de obstáculos a la espera de que la Generalitat culmine la tramitación con la autorización ambiental integrada a lo largo del último trimestre del presente año.

La Autoridad Portuaria de Castellón impulsó el proyecto con el objetivo de contribuir al cumplimiento de la Directiva europea 2003/30, que obliga a España a cubrir en el año 2010 el 5,75% de la cuota de mercado de combustible para transporte con biocarburantes y, de esta forma, ahorrar el consumo de 2,2 millones de toneladas anuales de petróleo y derivados.

La planta que se situará en la dársena sur del puerto de Castellón convertirá, con la ayuda de tres torres de refrigeración, aceites de colza, de palma o de soja en biodiesel que, a diferencia del combustible tradicional, no contiene azufre ni otros derivados tóxicos del petróleo.

Por tanto, si bien la futura instalación prevé notables emisiones de óxido de nitrógeno, la reducción del monóxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que implicará el biodiésel compensará esta fuga de humos, según sostiene el proyecto de la mercantil gallega.